
Crítica popular y arte clásico
Mauro nos descubre el curioso mundo de las estatuas parlantes de Roma. Crítica social y política en pleno centro de la ciudad eterna.
Roma no es solo la ciudad de las Iglesias, de los Museos, de las plazas y de las fuentes…sino es también una ciudad que sabe esconder muchos secretos e historias particulares. Una de la más antiguas y conocidas es la que los romanos llaman de las “Estatuas parlantes”.
Se trata de un grupo de esculturas antiguas, la mayoría de las cuales datan de época romana, que a partir del siglo XVI y hasta hoy día empezaron a “hablar” o mejor a declarar sus ideas, sobre todo políticas en forma de“palabras escritas” que algún desconocido y anónimo, dejaba y deja todavía de noche en sus bases. En total son seis esculturas cada una con su proprio apodo: Pasquino, Madama Lucrezia, Marforio, Fuente del Babuino, Abate Luigi, y la pequeña fuente del Facchino.
El Pasquino
Empezamos con la primera – el Pasquino – que es también la más famosa y la que por primera empezó a “hablar”. Se trata de un fragmento en mármol descubierto en el ano 1501, copia de un grupo escultórico de origen griego del 240-230 a.de C., que representa Menelao que sostiene el cuerpo de Patroclo.
Según la leyenda más acreditada el nombre de Pasquino pertenecía a un literato o a un profesor que ensenaba en la cercana Universidad y que vivía justo en la Plaza di Parione (hoy Plaza Pasquino, a unos metros de Plaza Navona) donde se encontró el grupo y que empezó a escribir frases en latín contra el gobierno de los papas.
En los años sucesivos las criticas, también escritas en versos y en dialecto romano, tocaron a casi todos los pontífices del siglo XVI y en particular al papa Leon X, Adriano VI, Clemente VIII, y Sisto V y también a algún soberano extranjero, provocando más de una vez incidentes diplomáticos.
El hecho de denunciar todas las formas de poder y de injusticias que se podían cometer en la ciudad, llegó hasta el siglo XIX (1870, cuando cayó el poder de los papas en Roma) y sigue hoy en día siempre de manera anónima y siempre contra el gobierno con expresiones que en Roma y en toda Italia, se les conocen con el nombre de “Pasquinate”.
Madama Lucrezia
La segunda – Madama Lucrezia – es la única mujer del “grupo”. Se conserva en la Plaza de San Marco a lado izquierdo de la entrada de la homónima Basílica (muy cerca de Plaza Venecia) y probablemente representa un busto colosal del siglo III d.de C. de la diosa del Antiguo Egipto Isis que se encontró en el área del Pantheon.
El nombre se debe a su antiguo propietario o sea Lucrezia d’Alagno, que fue la amante del rey de Nápoles Alfonso de Aragón, que en el 1477 vivía en un casa contigua a la Basílica Cuando murió Lucrezia el busto empezó a “hablar” recriminando, siempre de manera muy feroz, y siempre en dialecto romano, las malas costumbres de los ciudadanos y de los políticos.
El Marforio
Lo mismo hacia el más grandioso y colosal entre todos, o sea el Marforio, una estatua del siglo II d.de C. representante de la figura yacente del dios Océano con barba y pelo muy largo y con túnica, que en origen estaba en el área del Foro de Augusto. Durante la época renacentista se encontraba en las proximidades de la actual iglesia de Ss.Luca y Martina donde vivía la familia Marfori que dio el nombre a la estatua.
A partir del 1679 el Marforio fue trasladado en un patio del los Museos Capitolinos como decoración de una fuente, donde hoy es posible admirarlo. Pasquino consideraba esta estatua su “hermano” y es por eso que muchas veces los dos “hablaban” en versos de los problemas sociales y políticos en forma de dialogo.
El Babuino
La cuarta escultura – el Babuino – toma su nombre de los ciudadanos de Roma del XVI que por el aspecto tan feo que esta tenia, tanto de parecer una mona, la llamaron el “Babuino”. En realidad es otra estatua yacente de un sileno, quizás del siglo III d.deC. que, en el 1576, fue colocada en la pared izquierda de la Iglesia de S.Atanasio de los Griegos y adaptada a fuente publica (hoy ocupa la misma pared y a dado el nombre a toda la vía!).
Durante la epoca renacentista y barroca el babuino “hablò” tanto y como el más celebre Pasquino y hoy también las paredes están llenas de cartas de denuncias sea contra el gobierno y contra el Ayuntamiento!
Abate Luigi y el Facchino
La quinta y la sexta – Abate Luigi y el Facchino – (que se pueden ver respectivamente en una esquina de la Plaza Vidoni, a mano izquierda respecto a la fachada de la Iglesia de S.Andrès del Valle y en la via Lata , cerca de la via del Corso) fueron también estatuas “parlantes” pero no tuvieron la misma fama de las otras!
La primera representa un senador o un cónsul romano, y pertenece al siglo III d.deC. y fue llamada así porque el pueblo decía que la cara de la estatua era muy similar a le de un sacerdote o a la de un abad de la cercana iglesia de S.Andrès; la segunda, que es una fuente publica del siglo XVI, se decía que fuese dedicada a Antonio Rizzo un hombre que trabajaba, siempre en la Roma renacentista, como faquin y que siempre estaba borracho y como tal “hablaba” diciendo cosas de todo tipo!!.
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