
Mauro Cannella, guía oficial de Roma, nos vuelve a sorprender con una maravillosa joya escondida de Roma, una de las iglesias más singulares de la ciudad eterna.
Un Viaje en el Tiempo
Aunque parezca increíble son muy pocas las ciudades modernas en el mundo donde es posible anular el tiempo, borrar los siglos, y hacer un viaje atrás no solo virtual sino “ físico” que nos lleve directamente a vivir en una época lejana. Roma por cierto es, sin duda alguna, una de ellas y, quizás, una de la más famosas y bellas.
Las Iglesias de la Colina de Celio
Nuestro viaje en el tiempo empieza justo a unos pocos metros del Coliseo, en una de la siete colinas menos conocidas de la Ciudad Eterna: el Celio. Es justo aquí donde el pasado medieval se une perfectamente a las ruinas romanas, a los jardines renacentistas, a las calles barrocas creando algo especial, una atmósfera y un conjunto único que ha sido capaz de permanecer casi intacto durante varios siglos.
Las iglesias que caracterizan el aspecto actual del Celio son, quizás unas de las más interesantes desde el punto de vista de la historia, de la simbología y, claro, del arte entre las muchas que se pueden visitar en Roma. Y eso porque, entre ellas, hay una en particular que fue construida durante la segunda mitad del siglo V , y que tiene una curiosidad: su planta circular fue hecha a imitación de uno de los lugares más importantes y significativos para los cristianos de todo el mundo: el Santo Sepulcro de Jesús en Jerusalén. La iglesia es conocida hoy con el nombre de San Esteban “Rotondo” y fue realizada por voluntad del papa Simplicio (467-483).
Una Iglesia Única, Modelo de grandes artistas
Dos son las razones fundamentales que nos atraen más de esta iglesia: su increíble arquitectura y lo que simboliza. Evidentemente de estas dos características se dieron cuenta también muchos entre los artistas y arquitectos más famosos, sobre todo de la época renacentista, que la consideraban un modelo absoluto de referencia para realizar iglesias o edificios a planta central. Bernardo Rossellino, Leon Battista Alberti, Francesco di Giorgio, Leonardo, los Sangallos, Rafael,Miguel Angel fueron aquí para copiar sus medidas, para admirar y descubrir el “secreto” de la perfección de su proyecto.
La planta circular les permitía en efecto poder ver materializados símbolos cristianos, teorías astronómicas y astrológicas, conceptos filosóficos de origen neo-platónica, antiguas leyendas paganas, la aplicación de la cabala y, por ultimo, las teorías arquitectónicas que el celebre escritor romano Vitruvio (siglo I a.d. C.) habia tramandado a través de su tratado “De architectura”.
Leonardo sobre todo podía ver materializadas en ella sus sugestivas teorías sobre las relaciones proporcionales que existían entre el cuerpo humano y las formas geométricas (con el circulo precisamente) es decir entre el particular (nuestra dimensión terrenal) y el general (las formas divinas del creado y del universo).
Es cierto que esta relación fue la misma que quiso aplicar, durante la segunda mitad del siglo V , el papa Simplicio y sus fieles arquitectos, dado que eligieron como modelo propio las medidas del templo de planta circular construido en Jerusalén bajo el emperador Constantino al principio del siglo IV, para proteger el lugar sagrado del SS. Sepulcro de Jesús El motivo era claro y evidente: Roma según los papas tenia que ser la Nueva Jerusalén de Occidente, Roma como la Ciudad Santa por excelencia entre todas la ciudades de Europa.
Estructura Originaria de la Iglesia
La planta de San Esteban era muy compleja: tres anillos concéntricos de distintas alturas a empezar con el más externo que era el más bajo respecto al más interno que era el más alto. Divide el espacio entre los anillos una cantidad impresionante de columnas antiguas romanas. Justo en correspondencia del anillo intermedio fueron erigidas cuatro capillas así que, desde fuera, se podían distinguir fácilmente cuatros brazos de una Cruz griega puesta en el medio de un circulo. Los juegos simbólicos y luminosos creados por la arquitectura y por las distintas fuentes de luz y sombra, tenían que ser de verdad increíbles y muy sugestivas.
El Renacimiento de San Esteban
La iglesia de San Esteban llegó prácticamente intacta hasta el final del siglo XI cuando, por causa del saqueo de las tropas normandas de Roberto el Guiscardo, fue parcialmente destruida y abandonada. El papa Innocencio II (1130-1143) la restauró modificando en parte la zona central donde, para sostener la cúpula, hizo levantar una pared transversal con dos gigantescas columnas monolíticas de granito que procedían de las cercanas termas de Trajano.
Fue creado también un único atrio de entrada (antes eran cuatro) y se restauró la preciosa capilla del siglo VII, hoy visible, con los mosaicos de época bizantina. Bajo el papa humanista Nicolò V (1447-1455) el celebre arquitecto Bernardo Rossellino añadió bajo la cúpula un altar de mármol rehizo todo el pavimento y, dado que el anillo externo estaba totalmente destruido, murò el espacio vació entre las 44 columnas del anillo mediano y obtuvo la pared actual externa de la iglesia. Mientras fue solo con el papa Gregorio XIII, en el 1580, que las paredes fueron pintadas con 34 frescos, obras de los dos artistas manieristas Pomarancio y Tempesta, con escenas muy crueles del martirio de los primeros santos cristianos.
Hoy en día después de casi 20 años de restauraciones, durante los cuales se ha podido descubrir además bajo el pavimento, un templo pagano del siglo III dedicado al dios Mitra, es posible de nuevo entrar en esta iglesia que tiene el “poder” especial de transmitir sensaciones místicas muy fuertes.
Los horarios de visitas es de 9.00-13.00 y 15.30-18.00
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