
Olvidada por muchos ante la majestuosidad de la Capilla Contarelli de Caravaggio, merece la pena detenerse en ella y conocer su historia.
Algo más que Caravaggio
Cuando se piensa en las obras maestras que se conservan y se pueden admirar en la magnÃfica iglesia de San Luis de los Franceses, normalmente casi todos tienen como único nombre de referencia Caravaggio y sus tres telas expuestas en la Capilla Contarelli.
Pocos pero saben que en la misma iglesia, en la segunda capilla de la derecha, hay otro importante testimonio de la pintura barroca no solo romana sino italiana que corresponde al nombre de Domenico Zampieri dicho el Domenichino (1581-1641).
Importancia de la Capilla
En esta capilla completamente pintada a fresco y dedicada a la patrona de la música Santa Cecilia, el artista nos muestra una imagen y un concepto del ‘600 totalmente opuesto respeto a lo que estamos acostumbrados a ver cuando nos ponemos en frente de una obra del Caravaggio.
Por un lado hay el estilo del Domenichino que muestra al público figuras y colores claros y solares, por el otro hay el estilo duro, realÃsta y dramático del Caravaggio. Claro es que se trata de las dos corrientes que se opusieron por todo el siglo XVII y que están asà tan perfectamente materializadas en el único espacio de esta iglesia: el clasicismo y el realismo.
Historia del encargo
El Domenichino que se habÃa formado en Bolonia en el taller del pintor Annibale Carracci (pasado a la historia por haber pintado la bóveda de una sala del Palacio Farnese en Roma al principio del XVII), fue encargado en el 1614 por Pierre Polet, sacerdote de la diócesis de Noyon, de decorar su capilla con varias escenas que hablaran de la vida de la famosa mártir romana. La ocasión para el artista boloñés era perfecta para que todos se pudieran dar cuenta de sus enormes capacidades artÃsticas, asà aceptó de buena gana el trabajo.
Descripción de la obra
Serán necesarios tres años para poder ver terminado el ciclo entero divididos en varios episodios y que ocupan prácticamente todas las paredes y la bóveda de la capilla.
En la pared de la derecha, Domenichino representa Santa Cecilia que dona sus bienes a los pobres. Mirando con un ojo al clasicismo de Rafael, filtrado a través de la lección de su maestro Annibale Carracci, el pintor realiza una visión narrativa en tres distintos niveles. La parte alta de la escena está ocupada por una vista muy bonita y real de la ciudad de Roma con sus iglesias y ruinas; en la derecha está la Santa que se asoma a un balcón para poder regalar su ropa a los pobres puestos abajo. Parece que algunos sean retratos reales de los que entraban en la iglesia para rezar y que fueron tomados como modelos por el mismo Domenichino.
La escena con la Muerte de la Santa ocupa la pared en frente: la atroz agonÃa de Cecilia se consuma delante de las miradas aterrorizadas de algunas personas, entre la presencia del pontÃfice, mientras un angel baja del cielo con una corona y una hoja de palmera, sÃmbolo de martirio. El cuento sigue en la bóveda donde se pueden admirar otros tres episodios: Cecilia y su esposo Valeriano que reciben una corona de flores por un angel, Cecilia que no quiere homenajear a los dioses paganos y en fin la bella Gloria de la Santa.
La tabla que domina el altar tiene algo curioso, ya que se trata de una copia hecha siempre por el nuestro Domenichino de una obra de Rafael (Santa Cecilia hoy conservada en la Pinacoteca de Bolonia), bajo petición del cardinal Paolo Emilio Sfondrati en el 1599 en ocasión del milagroso descubrimiento en la iglesia dedicada a la santa en Trastevere, del sarcófago y sobre todo del cuerpo que habÃa permanecido incorrupto por mas de 1800 años!
La iglesia de San Luigi dei Francesi  está ubicada en Piazza San Luigi dei Francesi n.° 5. Está cerrada el jueves por la tarde.
En el Mapa
Te recomendamos
Valora este reportaje
¿Te ha gustado este reportaje? Lo puedes valorar del 1 al 5. ¡Gracias por tu contribución!






Valoración del Editor
-
Valoración
-
Puntuación total
Deja un comentario